En torno a la informacion visual sintetizada por tener que saber distinguir la lejia del zumo. En torno a la publicidad que forma parte inevitable de cualquier paisaje civilizado y que aprendemos automaticamente a distinguir de una direccion importante. En torno a la television, a la hora de los telediarios, los sabados por la noche, las tardes despues de los deberes y las fiestas de guardar. En torno al cine, por algun cumpleaños o festejo importante. En torno a la cultura visual vivimos y esta, conforma el mensaje que de cada momento se sobreentiende, como la huella que deja una imagen contrastada en la retina, por unos segundos plasmada en luz, como las estrellas existiendo proyectadas a traves del espacio tiempo... La cultura visual que nos rodea nos imprime color y caracter, a fuerza de vivir sumergidos en ella. Nos situa a un nivel de sintesis visual en el que no nos hacen falta tantos detalles para recrear una escena o comprender un mensaje. Es en el contexto de este analisis donde surge la necesidad personal de sintetizar aquellas imagenes que recogia y recojo. Los bocetos rapidos dan lugar a estudios del color y de la forma y su manera de encajar como puzles en la realidad. Donde a los personajes se les borra la cara, solo silueta, temperatura y presencia, sin tiempo, un instante robado a la prisa, a la circustancia, al detalle mismo, compitiendo con la velocidad de los fotones iluminan nuestra existencia a su fugaz paso. Los estudios en papel se situan en fila ante el caballete, en algunos casos durante años, otros apenas unos meses, para acabar formando parte de ese conjunto de imagenes transformadas en iconos, simbologia simplificada de lo que observo...
